Tenía una idea para mejorar el mundo.
Salió de su casa entusiasmado, observó lo que había afuera, y se volvió hacia la puerta de entrada. Dejó el abrigo en la percha, sustituyó sus viejos zapatos por sus nuevas zapatillas y se fue al salón.
Encendió el televisor, escuchó lo que contaban, y se echó a llorar.
Se dirigió hacia el baño (después de pasar por la cocina), abrió los grifos de la bañera y dejó que ésta se llenase lentamente de agua. Se metió dentro y al rato se encontró teñido de rojo.
Tenía una idea para mejorar el mundo, pero el mundo no se la merecía.
viernes, 26 de junio de 2009
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Lo mejor es la última frase
ResponderEliminarRealmente es todo un buen relato. De ser jurado de un concurso de microrrelatos, le daría el segundo premio.
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